martes, 18 de enero de 2011

En las olas del [o]mar abierto

Abierta como el mar, como aquella concha que la niña dejó en la playa. Será que las estrellas juguetean dentro en busca de un reflejo solar. Tengo frío, la piel se me derrite poco a poco e intento caminar. Derecho decía el príncipe de cabellos dorados, el príncipe niño que soñaba soñar. Estoy a tu merced: bien podrías ahogarme o ayudarme a nadar.

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